domingo, 10 de julio de 2016

Los libros son para el verano

Mientras que en invierno tengo la mente más dispuesta para libros largos y más densos, en verano el cuerpo me pide lectura más ligera, con historias más rápidas y que no requieran tanta concentración. Eso sí, siempre teniendo en cuenta que esto no es incompatible con buena literatura.

Por eso, en pleno mes de julio y con los casi 40 grados que tenemos en el sur de España, hoy os traigo una lista de libros que me parecen perfectos para leer en verano.


Mi familia y otras animales (trilogía de Corfú), de Gerald Durrell

Este libro y sus dos secuelas, "Bichos y demás parientas" y "El jardín de los dioses", se merecen una entrada para ellos solos de lo mucho que me gustan. En ellos su autor nos cuenta una etapa de su infancia en la isla griega de Corfú junto a su pintoresca familia. Repletos de anécdotas divertidas e hilarantes, nos cuentan una infancia envidiable en contacto con la fauna y flora de la isla, así como nos presenta una serie de personajes memorables. Peligro, os pueden entrar unas ganas tremendas de viajar hacia Corfú.

 

Ana, la de Tejas Verdes, de L.M. Montgomery


De una infancia envidiable a otra, esta vez en compañía de Anne Shirley en el precioso Avonlea. Solo he leído las dos primeras novelas de esta larga serie, y creo que de lejos la más divertida es la primera. No importa lo mucho que conozcáis la historia, Anne le roba el corazón a cualquiera.


 

Todas las criaturas grandes y pequeñas, de James Herriot

De un tono muy similar a la trilogía de Corfú, su autor nos cuenta su vida como veterinario rural en Yorkshire. Lleno de historias divertidas, te hará respirar el aire puro del campo.

 

Los ignorantes, de Étienne Davodeau


Un comic diferente, sobre el proceso de producción de vino y de cómics, ambos por separado, claro. Dos personas de oficios muy diferentes pasan un año juntos aprendiendo el uno del otro. Os apetecerá comprar un viñedo y dedicaros a ello (aunque no os guste el vino).

 

El misterio del cuarto amarillo, de Gastón Leroux

Los clásicos para el verano que más me gustan son los de misterio. En el cuarto amarillo se produce un crimen. Desde fuera se oyen golpes y gritos, pero cuando la ayuda llega, dentro solo está la victima. ¿Dónde está el agresor? Un misterio hipnótico que no podrás dejar de leer.

 

Picnic en Hanging Rock, de Joan Lindsay


Impedimenta nos trae esta historia que no os dejará indiferentes. Año 1900, las alumnas de un selecto internado van a pasar el día de San Valentín haciendo un picnic en Hanging Rock, un conjunto de rocas rodeado de la salvaje vegetación australiana. En él se perderán tres alumnas y una profesora. Una novela muy inquietante, con el salvaje paisaje australiano como un protagonista más y con mucho misterio. La autora jugó mucho con la ambigüedad y nunca dejó claro si la historia contada estaba o no basada en hechos reales. 



Hasta ahora todos los nombrados son libros que ya he leído, pero aquí os dejo también los libros que pretendo que me acompañen este verano.

 

Cartas de una pionera, de Elionore Pruit Stewart

Lo conocí a través del blog de Magrat, le vi un aire muy doctora Quinn y tengo muchas ganas de hincarle el diente.

 

Siempre hemos vivido en el castillo, de Shirley Jackson


Lleva tiempo en mi lista de pendientes, un clásico del que solo he oído cosas buenas.

 

El castillo soñado, de Dodie Smith

De este he oído cosas buenas y malas, pero me puede mucho la curiosidad

 

La casa de las miniaturas, de Jessie Burton


Otro que lleva mucho en mi lista de pendientes, de hecho apareció en mi calendario de adviento librero, pero eso no quita que sea también válido como lectura veraniega. Hace un par de años estuve viviendo una temporada en Amsterdam, ciudad en la que tuve experiencias buenas y malas, y me apetece acercarme de nuevo a ella (literariamente).

 

Sidra con Rosie, de Laurie Lee

Un libro en el que el autor revive su infancia en la campiña inglesa. Este tipo de libros me gustan tanto que tenía que estar en la lista.

   

Una temporada para silvar, de Ivan Doig

Lleva tanto tiempo en mi lista que ya no recuerdo quién me lo recomendó. Rose Llewellyn se ofrece como ama de llaves en un anuncio que comienza con la frase: "No cocina, pero tampoco muerde". El anuncio llama la atención del viudo Oliver Milliron, y así comienza la vida de Rose y su hermano en un pequeño pueblo de granjeros. 

Y hasta aquí mis recomendaciones y propuestas. No sé si cumpliré con mi lista, o algunos libros se cambiarán por otros, ya me tocará hacer repaso en septiembre.

 
¡Feliz verano!

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